La médula espinal es el principal cordón nervioso del cuerpo, que se encarga de “comunicar” al cerebro con todos nuestros músculos y sistemas sensitivos y sensoriales, y además es una estructura que se encarga por ella misma de regular otras muchas funciones vitales más primitivas, como la respiración, o la contracción de la musculatura lisa de los órganos.
El daño medular puede ser provocado por un traumatismo (84% de los casos), o por una lesión no traumática (16%). Las principales causas de las lesiones traumáticas son los accidentes domésticos g laborales, así como los accidentes de tráfico. Las causas de lesión medular no traumática son anomalías en el desarrollo y congénitas (ej. Espina bífida), lesiones inflamatorias (como la Esclerosis Múltiple), isquémicas (Accidente Vascular Medular), y presión sobre la medula por lesión expansiva (por ej. Una tumoración).
Los efectos de una lesión de la medula espinal varían de acuerdo con el tipo y con el nivel de la lesión g se pueden dividir en dos tipos:
Aparte de la pérdida de sensibilidad y de la función motora, los individuos con lesión de médula espinal pueden experimentar otras alteraciones: disfunciones respiratorias, cardíacas, sexuales, de vejiga, intestino, etc.
Programas para lesiones medulares
Por la amplia variedad de esferas a las que afecta una lesión medular, se considera que son pacientes que necesitan de un equipo multidisciplinar para su tratamiento, y un centro especializado que atienda de forma integral todas las necesidades, tanto las puramente funcionales como las repercusiones que esta lesión ha tenido en la esfera psicológica y social del individuo.
Por tanto, en el Instituto Chárbel, tenemos programas integrales de atención al lesionado medular de forma ambulatoria, g una vez que ha superado la fase de estabilización médica, llevados a cabo por una amplio equipo de profesionales altamente cualificados y con una amplia experiencia.